Todos, o la gran mayoría de nosotros, tuvimos nuestras primeras experiencias con el manejo del dinero a través de lo que veíamos a nuestro alrededor y nuestras propias experiencias financieras: como el primer sueldo, abrir tu primera cuenta, lo que aprendemos en la escuela, etc. Pero qué valiosa es la educación financiera, ya que te enseña cómo acceder a productos y servicios financieros, permitiéndote gestionar mejor tu dinero y alcanzar el bienestar económico que tanto deseas. Hablemos sobre ella y su importancia en nuestra vida cotidiana.

La educación financiera es el proceso por el cual las personas, ya sean consumidores o inversionistas, mejoran su comprensión de los productos financieros, los conceptos y los riesgos. También a través de esta información desarrollan las habilidades y confianza para ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras.

Por medio de la educación financiera se espera que las personas obtengan, al menos, los siguientes beneficios:

• Aprender sobre los productos y servicios financieros a lo largo de las distintas etapas de su vida.

• Controlar endeudamiento

• Adquirir habilidades para la toma de decisiones más informadas.

• Aprender dónde acudir para solicitar orientación.

• Desarrollar hábitos relacionados con el ahorro y la planificación del gasto.

• Fomentar la confianza y conocimiento de las entidades financieras controladas.

¿Por qué es tan importante tener educación financiera?

La educación financiera es el conocimiento que te ayuda a entender mejor cómo funciona el mundo de las finanzas y, sobre todo, cómo puedes usar ese conocimiento para alcanzar tu bienestar financiero. No se trata de ser un experto en economía, sino de aprender conceptos básicos que te permitan mejorar tus finanzas, tomar buenas decisiones financieras y alcanzar tus metas personales. También te permite manejar tu presupuesto mensual, endeudarte saludablemente, evitar el sobreendeudamiento y ahorrar para un objetivo específico. Sin duda, es algo importante.

Con la educación financiera vas a tener:

• Control sobre las finanzas diarias

• Capacidad para absorber choques financieros

• Tener libertad financiera para tomar decisiones que permitan disfrutar de la vida.

• Evitar deudas innecesarias: Saber cuándo y cómo usar el crédito de manera responsable.

• Alcanzar tus metas: Puedes ahorrar para lo que realmente importa, como una casa, estudios o un fondo de emergencia.

• Tomar decisiones más informadas: Cuando entiendes sobre los productos financieros, puedes elegir lo que te conviene mejor como préstamos, inversiones y tarjetas de crédito, de manera que te beneficien.

Hay conceptos básicos que todos deberíamos conocer:

Presupuesto: Es una herramienta que te permite planificar en qué gastas tu dinero. Así puedes asegurarte de que tus ingresos no se van en cosas innecesarias.

Ahorro: Es guardar una parte de tus ingresos para el futuro, ya sea para una emergencia o para cumplir alguna meta.

Crédito: Es cuando pides prestado dinero a una institución financiera, ya sea en forma de préstamo o a través de una tarjeta de crédito. Es importante usarlo con responsabilidad para no endeudarte de más.

Interés: Es el costo de pedir dinero prestado o la ganancia que obtienes por ahorrar o invertir. Saber cómo funcionan los intereses te ayudará a tomar mejores decisiones.

Inversión: Es poner tu dinero en algo con la esperanza de que crezca, como un negocio, una póliza o un fondo de inversión. Este es un paso importante si quieres aumentar tus ahorros a largo plazo.

Ahora que sabemos la importancia de la educación financiera te dejamos 4 pasos importantes para empezar a tomar el control de tus finanzas:

1. Haz un presupuesto: Aplica la regla del 50-30-20. Esto significa que deberías destinar el 50% de tus ingresos a gastos fijos, como servicios básicos, pago de hipoteca o alquiler, alimentación y suscripciones. El 30% debe ir a gastos variables, como entretenimiento, ropa, viajes y salidas. Finalmente, reserva el 20% de tus ingresos para el ahorro.

Aquí te dejamos esta calculadora para manejar de manera correcta tus ingresos mensuales. Este es el primer paso. Escribir cuánto ganas y en qué gastas te ayudará a ver si hay algo que puedas ajustar para ahorrar más.

2. Establece metas claras: Tener objetivos te ayuda a mantenerte motivado. Pueden ser metas pequeñas, como ahorrar para un regalo, o más grandes, como comprar un auto.

3. Infórmate y aprende sobre finanzas: Aprovecha los recursos que tienes a tu disposición, como este blog, para aprender más sobre finanzas. Hoy en día, hay muchos cursos e información que explican todo de manera sencilla.

Tus finanzas están en tus manos y aquí te dejamos los conceptos básicos de la educación financiera como una guía de punto de partida. Recuerda que la educación financiera no es algo complicado e inalcanzable. Se trata de aprender poco a poco, tomar decisiones conscientes y poner en práctica lo que aprendes. ¡Así puedes alcanzar tu bienestar financiero!